La Historia
El Hipódromo de San Isidro, propiedad del Jockey Club, fue inaugurado el 8 de diciembre de 1935 Es uno de los más amplios e importante de América, ubicado 22 kilómetros al norte de la ciudad, en el Partido de San Isidro, Provincia de Buenos Aires, con una superficie de 148 hectáreas. Su pista de césped, apta para carreras más rápidas y vistosas, tiene 2.783 metros de extensión por 45 de ancho, y permite disputar pruebas de mil metros sin codo. Una diagonal ofrece la opción de correr sin ninguna curva hasta mil cuatrocientos metros. La prolongación de la recta opuesta posibilita que se disputen carreras de 2.400 metros con un solo codo.
Hospital Veterinario
La puesta en valor del Hospital Veterinario del Jockey Club, sito en el Centro de Entrenamiento del Hipódromo de San Isidro, implicó una inversión importante para revalorizar un centro de salud que ocupa un lugar destacado en la industria del caballo pura sangre de carrera.
Laboratorio
El Servicio Químico del Hipódromo San Isidro realiza el control de Doping en muestras propias y de terceras instituciones, provenientes de carreras oficiales celebradas en distintos escenarios del territorio nacional.
La pista de arena, inaugurada el 1º de octubre de 1994, tiene una extensión de 2.590 metros con el codo principal, mientras que con un codo interno su trazado se reduce a 2.200 metros. El ancho de la pista es de 31 metros, permitiendo la participación de hasta veinticuatro ejemplares por carrera. Construida con arena de cava, su consistencia es sumamente ágil y elástica. La superficie cubierta alcanza a 32.000 metros cuadrados, de los cuales 5.000 corresponden a la Tribuna Oficial, 2.000 a la de Profesionales, 7.000 al Paddock y 18.000 a las tribunas generales. Con capacidad para 100.000 espectadores en las seis tribunas, el récord de asistentes se logró en el Gran Premio Carlos Pellegrini de 1952, cuando concurrieron 102.600 personas.
El 8 de diciembre de 1979 tuvo lugar la reapertura del Hipódromo, bajo la conducción del Jockey Club y notoriamente modernizado con la incorporación de un totalizador de apuestas electrónico con 597 máquinas expendedoras venta-pago. Las obras se completaron con la instalación de un moderno sistema de iluminación artificial que incluye un trazado de 69 columnas y proyectores sobre tribunas, y con una central de circuito cerrado de televisión compuesta por 7 cámaras y 180 monitores para el seguimiento de las carreras, controlándose los tiempos de cada prueba con teletimer electrónico.
Se dispone también de una estación satelital, en el centro de las pistas, con una antena de 6,1 metros, para la transmisión de imágenes digitalizadas y codificadas. El 28 de abril de 1993 se inauguró un nuevo sistema totalizador de apuestas, de actualizada tecnología. Se reciben apuestas de agencias externas ubicadas en la Capital Federal, la Provincia de Buenos aires y distintas localidades del interior del país. A lo largo del año, y sin interrumpir la actividad, se llevan a cabo alrededor de 120 reuniones hípicas. En diciembre tiene lugar el Gran Premio Carlos Pellegrini, la prueba más importante del calendario argentino. Los socios pueden concurrir con invitados a la Tribuna Oficial, donde se exige el uso de saco y corbata. En el primer piso de esa tribuna, en el salón Vagón y en el salón V.I.P. del tercer piso se cuenta con servicio de restaurante y confitería durante el desarrollo de las reuniones. Los salones del Hipódromo, la mayoría de ellos con vistas a la pista, son también aptos para la realización de eventos promocionales, presentaciones o fiestas.
Tattersall
Otras instalaciones de gran importancia complementan el complejo hípico. Por ejemplo, el Tattersall, donde se efectúan remates de productos Sangre Pura de Carrera y se organizan importantes eventos empresarios, con capacidad para 1.100 personas sentadas y 2.500 de pie. Cuenta con un escenario circular de 9 m de diámetro, cuatro salones privados, sistema de calefacción y ventilación. Al Tattersall se accede por Av. Márquez o internamente desde los estacionamientos, contando con uno propio.
Campo de entrenamiento
El Campo de Entrenamiento ocupa 94 hectáreas y lo conforman 5 pistas. La primera, de césped, tiene 2.420 metros de largo por 30 de ancho; la segunda, de tierra con arena, tiene 2.247 metros por 25; la tercera, de arena y cava, 2.100 por 25; la cuarta y la quinta, de menor extensión, son de arena de río. San Isidro dispone también de 1.800 boxes distribuidos en 135 pabellones, donde se alojan la mayoría de los ejemplares que participan en las pruebas disputadas en el hipódromo. En este predio funciona asimismo la Escuela de Jockeys Aprendices, en la que se forman los futuros jinetes según un plan de enseñanza práctica y teórica que incluye la preparación física de los alumnos. También existe una Escuela de Herradores, que la institución creó para el aprendizaje de este oficio, tan necesario para la actividad turfística. El Centro Veterinario y el Laboratorio de Análisis, junto a otras instalaciones anexas, completan el Campo de Entrenamiento, que también comprende un conjunto de Boxes de Tránsito, destinados a albergar a los ejemplares provenientes del interior o del exterior del país, que son trasladados para participar en las pruebas disputadas en nuestro hipódromo. Estos boxes cuentan con instalaciones para el alojamiento del personal de caballerizas que acompaña a los animales.
Parquización
El Hipódromo de San Isidro se encuentra rodeado por un parque de imponente belleza, cuidadosamente diseñado, que cuenta con amplios espacios abiertos y magníficos bulevares adornados con innumerables especies de árboles, plantas y flores. La población arbórea está constituida por una gran variedad de coníferas y latifoliadas, exóticas e indígenas, tales como cedros, pinos, cipreses, robles, olmos, tilos, aceres, robinias, liquidambar, fresnos, etc., muy conocidas y comunes en las parquizaciones presentes, con preferencia en la pampa húmeda. Se hallan también otras especies de gran valor y poco conocidas por no encontrarlas habitualmente en áreas parquizadas, como el Carpinus betulus (carpe), Peltophorum dubium (ibirá-pitá), Libocedro decurrens (libocedro), Hacer pseudo-plátano rubra (acer rojo), Sequoia sempervirens (red-wood), Ulmus parvifolia (olmo), Acer dasycarpus laciniata (acer sacharinum), Salix alba vitelina (sauce blanco), Juglans nigra (nogal)l, Celtis australis (almez), y magníficos ejemplares de ombúes y Eucalyptus sideroxilum de tronco negro y flor roja.
En resumen, el Hipódromo de San Isidro ofrece no sólo el dinámico y bullicioso espectáculo de los torneos hípicos, sino también un escenario pródigo en perfumes y colores, propicio para disfrutar de agradables jornadas de paseo al aire libre.